El crowdfunding democratiza las oportunidades financieras y puede reducir las barreras en el acceso al financiamiento para negocios que habitualmente enfrentan más desafíos en su puesta en marcha y su crecimiento.
Ciudad de México, 22 de diciembre (SinEmbargo/The Huffington Post).- Durante el trayecto que va desde una idea revolucionaria hasta la puesta en marcha de un negocio, o hasta su expansión, resulta difícil para los emprendedores y las pequeñas y medianas empresas acceder al financiamiento que necesitan a través de los canales tradicionales que ofrecen los mercados de capital privado.
Una nueva manera de abordar esta brecha es el crowdfunding, una herramienta innovadora que permite a los emprendedores y a las empresas que transitan las etapas tempranas del ciclo de desarrollo de negocios aprovechar los recursos financieros de la comunidad en línea.
Las plataformas de crowdfunding ofrecen un espacio virtual para conectar emprendedores con los potenciales proveedores de fondos que se encuentran entre la “gente”, esto es, la comunidad virtual de personas y recursos que se conectan a través de Internet y las tecnologías digitales.
A través de estas plataformas, los emprendedores pueden crear campañas para aumentar el dinero destinado al desarrollo de productos, la expansión operativa o el lanzamiento de una nueva empresa. Las diferentes plataformas ofrecen distintos modelos de crowdfunding: las contribuciones pueden ser donaciones o estar ligadas a retribuciones o productos específicos; también pueden ser préstamos con tasas de interés y vencimientos, o implicar la participación en la propiedad de una empresa privada (acciones de capital).
El crowdfunding democratiza las oportunidades financieras y puede reducir las barreras en el acceso al financiamiento para negocios que habitualmente enfrentan más desafíos en su puesta en marcha y su crecimiento: aquellos dirigidos por jóvenes y por mujeres, y las empresas “sociales” que buscan tanto ganancias como soluciones para problemas comunitarios. En el crowdfunding, las decisiones sobre la distribución de los recursos se realiza a través de una masa crítica de individuos, a la vez que existen pocas barreras para ingresar: cualquier persona que disponga de una cuenta bancaria y acceso a Internet puede contribuir o crear una campaña de recaudación de fondos.
Mientras el mercado de crowdfunding está apenas comenzando a mostrar signos de su potencial en América Latina y el Caribe, el mercado global de esta actividad se ha ampliado a un estimado de US$35 mil millones en 2015 (informe Massolution 2015), desde US$1,5 mil millones en 2011.
En un esfuerzo para establecer una base sólida para este modelo de financiamiento en la región, el Fondo Multilateral de Inversiones (FOMIN) realizó estudios pioneros en México (2014) y en Chile (2015), los cuales brindaron análisis profundos sobre el mercado de crowdfunding en cada país e identificaron los elementos esenciales para acelerar ese “ecosistema” en la región.
México
El estudio sobre México fue el primero de su tipo en investigar sobre el ecosistema de crowdfunding nacional en un mercado emergente. De acuerdo a este informe, los factores principales de este tipo de ecosistemas son la cultura emprendedora local, el tamaño y el potencial del mercado, los avances tecnológicos y el acceso a la tecnología, la disposición de un grupo dinámico de plataformas de crowdfunding y la sofisticación de los inversores potenciales. Las organizaciones de defensa de derechos y el sector público también juegan un papel importante.
Chile
El estudio sobre Chile evalúa el potencial para el crowdfunding en ese país y propone un marco legal y regulaciones claras para regir la actividad. Además, identifica los próximos pasos a seguir con el propósito de desarrollar el ecosistema chileno: establecer un crowdfounding basado en seguridades, construir capacidad regulatoria y elevar la conciencia de los inversores a través de educación y capacitación.
Algramo
El emergente mercado de crowdfunding chileno ya está contribuyendo para financiar el crecimiento de las pequeñas y medianas empresas. Uno de los primeros en obtener fondos a través de este medio fue Algramo, una empresa social que establece relaciones mayoristas con fabricantes de productos de consumo masivo -como detergente, arroz y aceite-, de modo que pueda comprar los productos a granel y ahorrar significativamente en los costos de envío, sin rebajar la calidad de los productos. Los proveedores al por mayor distribuyen luego los productos en grandes cantidades a tiendas, que también reducen sus costos de logística. Este modelo de negocios permite a Algramo vender los productos a los consumidores finales a un costo más bajo. En septiembre de 2014, Algramo finalizó una campaña de crowdfunding exitosa en la plataforma chilena Broota, que alcanzó aproximadamente US$130.000 aportados por 55 inversores.
En Broota, los inversores contribuyen con una campaña a cambio de obtener acciones de la compañía. Luego de registrar una cuenta en la plataforma, pueden explorar entre cientos de campañas de recaudación de fondos publicadas por emprendedores. Las razones por las que los inversores de capital contribuyen son variadas: desde apoyar un negocio local, de un amigo o de un miembro de su familia hasta obtener acciones de una empresa potencialmente rentable que compartirá sus ganancias; o para contribuir con un modelo que ofrece un bien o impacto social. Y estas razones no son mutuamente excluyentes.
Esperamos que un número significativo de empresas sociales, así como pequeñas y medianas empresas que acceden a fondos a través de la gente se unan a Algramo, aprovechando la contribución de inversores no tradicionales que quieren apoyar nuevos emprendimientos en la región. Ahora, con las estructuras, las condiciones y los actores clave identificados a través del trabajo del FOMIN y otros, los próximos pasos serán implementar políticas y educar tanto a propietarios de negocios como a inversores potenciales sobre este innovador mecanismo de financiamiento, con el propósito de hacer crecer el ecosistema de crowdfunding y, en consecuencia, el sector de pequeños negocios en América Latina y el Caribe.